En primer lugar me gustaría aclarar y ampliar las funciones del Interim Management, evolucionándolo del clásico concepto de “alquiler de directivos” como sustitución o “parche” de una situación concreta (baja de personal habitualmente), hacia su valor real que es la aportación de “expertise” para afrontar situaciones especiales en las empresas y buscar esa real aportación de valor que puede proporcionar el Interim Manager, tomando como base sus experiencias y conocimiento adquiridos a lo largo de una exitosa carrera profesional.
Las empresas se enfrentan con cierta frecuencia a esas situaciones especiales que, por falta de conocimiento interno o porque el día a día no lo permite, no pueden afrontar con su propia estructura. Estas circunstancias son múltiples: entradas en nuevos mercados o sectores, proyectos específicos de crecimiento, lanzamiento de nuevos productos, cambios de modelo productivo, coaching operativo de personal promocionado…. y muchos más casos largos de enumerar.
Es en ese momento cuando deben buscar apoyo externo en profesionales especializados que puedan trabajar desde una visión externa y objetiva, con exitosas experiencias asimilables, logrando obtener buenos resultados en plazos más breves de lo que usualmente se haría y con más garantía. Es el momento de contratar a un Interim Manager.