29 abril 2021 Gestión empresarial
No sé porqué extraña razón se me ha venido a la mente la canción de Loquillo, “yo para ser feliz quiero un camión…” A día de hoy, las empresas son habitadas por “esos extraños seres” que son los humanos/nas, y ellos son el alma de cualquier organización. A día de hoy, ningún algoritmo propulsado por Inteligencia Artificial podrá catalizar que la empresa sea un ente feliz.
Desde esta asíncrona disyuntiva es desde donde debemos recapacitar sobre que empresa queremos, como queremos habitarla… Sí, soy consciente, la cuenta de resultados manda, los accionistas reclaman su valor añadido en la inversión, y al final (siempre al final) los números mandan. Pero, ¿y hasta llegar al final?
Mi axioma, y condición principal, es que “esos extraños seres” que son los humanos/nas que habitan las empresas son lo más importante. Ellos/as son los que aportan el verdadero valor diferencial de la empresa, desde quien este recibiendo una llamada, pasando por quien diseña, por quien gestiona, por quien limpia, hasta el CEO, sí ellos son lo más importante de la empresa.
Si tienes la fortuna de dirigir y gestionar grupos de personas, sabes perfectamente el valor de un equipo cohesionado. Los grupos empiezan en el número 2 y pueden llegar hasta la cantidad que el proyecto lo requiera.
Entiendo que conforme el grupo aumente en número será más complejo estar en algunos “pequeños detalles”, pero ese es el reto, el inicio fundamental de una empresa feliz:
Ya ves, esto es de 1º de Felicidad en la Empresa, desde ahí podremos crecer, para llegar con el mayor de los logros al final. Las Empresas Felices se destacan por su capacidad para atraer y retener el talento, ya que están dispuestas a lograr el bienestar de sus empleados siendo:
No se porque extraña razón tengo en mi mente la canción…”yo para ser feliz quiero un camión”.
¡Trabajar la felicidad dentro de la empresa también traerá resultados importantes!
Eladio J. Gallego