Años cabalgando por los senderos del mundo empresarial me llevan (dentro de mi espíritu rebelde) a no estar convencido del mantra “manejar la información con tanto detalle solo esta al alcance de las grandes empresas”, “a nosotros ya nos vale con sobrevivir”… Puede ser que en la queja este el secreto de concederle a nuestra conciencia de gestores empresariales un triunfo, y que incluso nos alivie el alma. El refugio de “no me dan los días” no salda cuentas con la eficacia y el rendimiento de nuestro hacer.
Ahora que por todas las esquinas, tanto en lo profesional como en lo personal, replican las campanas al son del “BIG DATA”, me gustaría invitaros a pasear por el camino de los “pequeños DATOS” en tiempos de crisis, en tiempos de pandemia. Manejar nuestras decisiones bajo el concepto minimalista archivado por el arquitecto Mines Van Der Rohe de “menos es más” puede ser que nos haga estar más en el foco de la decisión que en la tormenta de la información.
Acogiéndome a Marie Konde y sus consejos descritos a través de su Best Seller “La Magia del Orden” os convocaría a repasar vuestro modelo de gestión, a observar vuestro hacer a la hora de enfocar el análisis de cualquier decisión, manteniendo y manejando lo que realmente utilizo, a la vez que elimino todo aquello que solo aporta ocupación